Un Día Sin Nosotras: por qué paran las mujeres
Por La Razón
En La Razón México
08 de marzo 2020
No salir. No comprar. No trabajar. No ir a clases. No consumir. Las consignas para el paro de mujeres están claras, al menos para las convocantes, pero ¿de dónde surgió esta iniciativa?
El paro del 9 de marzo fue mencionado de manera pública por primera vez, por el colectivo feminista Brujas del Mar. Cuestionadas por La Razón explicaron que la actriz Vanessa Bauche propuso el paro a una red nacional conformada por colectivos feministas, activistas y familiares de víctimas.
«Se peloteó la idea, los modos, el día y nosotras hicimos el slogan, la imagen y lo pusimos en redes el 18 de febrero».
Esta no es la primera huelga de mujeres. Estos paros se han convocado desde hace más de un siglo para luchar por los derechos de las mujeres.
El origen de las huelgas de mujeres
Los paros de mujeres son convocados el 8 de marzo desde 1911, año en que Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza conmemoraron por primera vez el Día de la Mujer Trabajadora.
La conmemoración se extendió por el mundo, hasta 1975, año en que el 8 de marzo fue institucionalizado por la ONU como el Día de la Mujer para reflexionar sobre el acceso de las mujeres al desarrollo pleno como personas.
Ese mismo año, se registró una huelga de mujeres en Islandia, el 90 por ciento de las mujeres del país abandonaron sus trabajos 24 horas en protesta por la desigualdad salarial.
La base de la protesta es evidenciar que mujeres y las niñas asumen la mayor parte del trabajo en el hogar: lavar los platos y la ropa sucia, pasar la aspiradora; hacer trabajo emocional y de cuidados, como organizar vacaciones familiares o cuidar a niños y enfermos. Este trabajo es llamado «doble jornada» porque muchas veces se hace además del trabajo asalariado.
Desde 1975, el 8 de marzo se han convocado otros paros, hasta que en 2017 se logró el Primer Paro Internacional de Mujeres, en el que participaron 50 países.
Estas movilizaciones no solían llamar la atención fuera de los círculos feministas, pero este 2020 en México, el paro convocado por el colectivo Brujas del Mar para el 9 de marzo pues el 8 es domingo acapara el debate público pues se convocó dentro del contexto de violencia feminicida que padece México, después de un año lleno de protestas violentas en las calles y justo después de que el país se indignara por la violación y el asesinato de una niña entre Tláhuac y Xochimilco.
El 9M en México
No salir. No comprar. No trabajar. No ir a clases. No consumir. No existir.
«El no salir a la calle el 9 de marzo es ‘simular’ lo que ocurriría si estamos muertas. Sí, muertas por fuerte que se escuche», dice uno de los varios comunicados alrededor de la protesta.
Y sí, suena fuerte pero sólo en 2019, 3 mil 825 mujeres fueron asesinadas por el hecho de serlo, según datos oficiales, 7% más que el año anterior; incluso, son más de las 10 mujeres asesinadas cada día que reporta la ONU.
Sin embargo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) sólo tiene mil 52 carpetas de investigación por el delito de feminicidio, menos de la tercera parte.
En México, el feminicidio está tipificado apenas desde 2012. El artículo 325 del Código Penal Federal establece el delito de feminicidio para quien “prive de la vida a una mujer por razones de género”, es decir, matar a una mujer sólo por ser mujer. El tipo penal se cumple si en la víctima hay signos de violencia sexual, antecedentes de maltrato, relaciones sentimentales previas, amenazas, incomunicación de la víctima o exhibicionismo del cuerpo de la víctima (como pasó con Ingrid), entre otras.
La antropóloga feminista Marcela Lagarde de los Ríos creó el término y fue la encargada, como legisladora, de ingresarlo a la ley. De acuerdo con ella, los feminicidios son diferentes de otros asesinatos y homicidios porque se trata de crímenes cometidos contra mujeres, niñas y ancianas por el hecho de ser mujeres.
«Hay una violencia extrema contra ellas no porque estén en una guerra o en un conflicto armado sino por su condición de género. Cualquier mujer en un país como México está en un lugar de riesgo frente a los hombres, en un lugar de segundo plano», dijo en entrevista para El País.
Entre lo que impide que todos los asesinatos sean clasificado como feminicidio, se encuentra que de los 32 códigos penales estatales, sólo 24 lo tipifican como en el Código Penal Federal.
Esto queda de manifiesto al ver que los ocho estados que consideran al feminicidio como agravante del homicidio, son lo que menos feminicidios reportan: Baja California Sur, Durango, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Tabasco, Tamaulipas y Tlaxcala. Durango y Michoacán, por ejemplo, registran entre enero de 2019 y enero de 2020, 12 casos cada uno, dos más de los que se cometen diario en todo el país.
Además de la diferencia en el tipo penal, existe una cadena de omisiones que genera que los feminicidios queden impunes al no investigarse como tales. Para la activista Yndira Sandoval, la falta de aplicación de los protocolos en la investigación y sanción; la reclasificación del delito como homicidios dolosos (como el caso de Abril Pérez), homicidios en razón de parentesco o como suicidios (como los casos de Lesvy Berlín y Mariana Lima), son algunas de las razones que impiden contar todos los feminicidios que se cometen en México.
Además, Sandoval le dijo a La Razón que las violaciones al debido proceso y las fallas en las debidas diligencias ocasionan que se “pierden pruebas”. Pero el mayor impedimento a la justicia en estos crímenes radica en la ausencia de perspectivas de género en el primer respondiente (policías), en el proceso de investigación (fiscalías) y hasta en los juzgados. Es decir, en México las personas encargadas de procurar justicia no creen que se asesine mujeres sólo por serlo.
Es por eso que María de la Luz Estrada, Coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, espera unas 20 mil mujeres marchando el 8 de marzo sólo en Ciudad de México. Y luego la huelga.
«Vamos a hacer el paro por indignación, pero también por memoria y porque tenemos esperanza a que esto cambie. Y no va a cambiar si nosotras no nos movemos.»
En febrero, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, planteó una reforma judicial que incluía desaparecer el tipo penal del feminicidio. Semanas después, el país conoció los crímenes contra una niña llamada Fátima y contra una joven, Ingrid, que fue desollada por su pareja. La indignación, mayúscula y sin precedentes en el país, se inflamó con la propuesta del fiscal.
El respecto, la diputada de Morena, Lorena Villavicencio, aseguró a La Razón que no permitirán que el feminicidio salga de los códigos penales, incluso intentarán que haya un mismo tipo penal en todas las entidades de la federación.
«Es muy importante mantener el tipo penal feminicidio por qué visibiliza un crimen de odio contra las mujeres; visibiliza la misoginia, el machismo. Desde luego que nuestra apuesta es que logremos evitarlos. No queremos un feminicidio más. De mujeres o niñas».
Con información de María Verza y Amy Guthrie de Associated Press.
Publicado originalmente en:
https://www.razon.com.mx/mexico/un-dia-sin-nosotras-por-que-paran-las-mujeres/